La auténtica cara del capitán

Estimados lectores, llevamos años y años oyendo que el capitán es un tipo ejemplar, que transpira madridismo por todos sus poros, que siempre piensa en el bien del equipo por encima del suyo………. Ayer, un pequeño reportaje proyectado en los deportes de cuatro, al más puro estilo “lo que el ojo no ve” no descubrió la otra cara del capitán ¿o tal vez deberíamos decir su auténtica cara? Son muchos los rumores que se vienen publicando en prensa acerca de este jugador ¿ejemplar? No han sido pocos los periodistas que han escrito sobre sus tejemanejes en las concentraciones y vestuarios, lejos de las cámaras. Luis Aragonés ya lo comprobó durante la concentración y celebración del Mundial 2006. Seguramente nunca sabremos realmente lo que allí ocurrió, más allá de lo que todos hemos leído en prensa, pero lo que sí es seguro es que lo que sucedió en ese tiempo fue de tal gravedad que supuso su fin en el equipo nacional.

El reportaje en cuestión dura un minuto y veintisiete segundos, posiblemente esos ochenta y siete segundos echen por tierra los más de 15 años de “intachable profesionalidad” que la prensa atribuye a este tipo. Queda patente que su único interés es saltar al terreno de juego, algo que intenta hacer en dos ocasiones desoyendo e intentando puentear las órdenes del entrenador. Una voz en off comenta lo que allí se está viendo, pero tras visionar el video no menos de 100 veces –y no exagero- voy a desgranarles lo que esa voz no dice, lo que esas imágenes cuentan, porque una imagen vale más que mil palabras….



10 segundos: Raúl se dispone a salir al terreno de juego, se despoja de su sudadera cuando el árbitro señala penalti sobre Cristiano Ronaldo. Levanta su mano derecha, pero no es para reclamar la infracción, es para hacer ver al colegiado que va a salir.

20 segundos: Pellegrini al ver el gesto le dice ¡aguanta, aguanta!, él no ha dado orden para el cambio aún, quiere esperar a ver que ocurre con el lanzamiento y la cara de Raúl es todo un poema, haciendo honor a su mote “cara vinagre”. Se da media vuelta con gesto de pocos amigos, Van der Vaart –eso es un compañero- lo consuela.

30 segundos: Benzema marca, ni una sola señal de alegría en el capitán ¿este es el tipo que antepone los intereses del Real Madrid a los suyos? Ese gol significa la remontada, el equipo se acaba de poner por delante 3-2. Su única preocupación es saber qué pasa con él y así se lo hace ver al entrenador…… Ya anda bastante jodido, no va a poder marcar el gol de la remontada, ese privilegio le ha correspondido, encima, al francés. Pellegrini llama a Diarrá y Drenthe sorprendido se gira para mirar a Raúl.

40 segundos: Diarra sonríe, Pellegrini lo acaba de llamar, mientras tanto Raúl que sabe que no lo han llamado, se dirige a la posición del entrenador con cara seria y disgustada para presionar al míster.

50 segundos: Pellegrini da instrucciones al Malí y Raúl –al que no han llamado- se quita el peto para salir. El míster lo frena de inmediato y le comunica que él no es el cambio. Una vez más se vuelve con cara de pocos amigos. Su único interés es salir, le da igual lo que le ocurra al equipo.

116 segundos: Raúl ya sabe que no va a jugar, Pellegrini parece decirle algo, seguramente le explique porqué no ha salido, mientras Rulo se va al banquillo mascullando “ya, claro, claro” pero su gesto deja muy a las claras su enfado. El equipo ha ganado 4-2, pero eso a él no le importa, su único interés consistía en saltar al terreno de juego y marcar un gol para dedicárselo a su hija, un gesto que el sector piperil del Bernabéu ovacionaría...

Ahí tienen al Gran Capitán, al tipo ejemplar, al que dicen representa los valores del madridismo. Un egoísta, narcisista y ególatra en toda regla diría yo.



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