Monólogo sin premio

Estimados lectores, he querido esperar para hacer la crónica del partido ya que ayer en caliente habría escrito barbaridades que poco tendrían que ver con lo ocurrido en San Mamés. El partido podría resumirse en tres minutos, los que tardó el Madrid en enterarse que el partido había comenzado. El Athletic salió en tromba y en apenas un par de minutos Gurpegui disparó al palo y el rechace fue a las botas de Toquero que con toda la portería para él estampó el balón en el otro poste, mientras toda la defensa dormida se limitaba a reclamar un fuera de juego inexistente. A continuación dos córner consecutivos, en el primero casi marcan y en el segundo Lass peina erróneamente hacia atrás y allí aparece ¡Llorente! libre de marca, viendo las repeticiones podríamos echar la culpa a Garay, aunque en general todo el equipo seguía en los vestuarios. Increíble que su delantero centro, el tío que mejor remata de cabeza de todo el equipo esté libre de marca en un saque de esquina.

A partir de ahí monólogo del Madrid, que dominó el partido de punta a punta. Una veces un inspiradísimo Iraizoz, otras el poste y en muchas la mala puntería evitaron que el Athletic se llevase una goleada. Dos cifras lo resumen todo ¡29 remates a puerta y 65% de posesión!, y si, estábamos en San Mamés, no en el Bernabéu. Pues de esa treintena de disparos ninguno acabó en gol, alarmante la falta de puntería de todo el equipo. Cristiano desquiciado, Benzema, el mejor del Madrid, sin suerte, Kaká desaparecido, Marcelo nulo...... y así podríamos seguir. Si al principio de la liga comentábamos que el equipo sin jugar a nada, sin posesión, sin ideas, goleaba de forma clara, ahora es justo lo contrario, hay juego, hay posesión, hay ideas, hay oportunidades, pero el balón no entra. Siempre he sido de la idea de que cuándo un equipo juega mal y gana, un día se acaba pegando tal tortazo que no vuelve a levantar cabeza, un clarísimo ejemplo es el Madrid de Juande de la temporada pasada, del mismo modo, opino que un equipo que juega bien y no gana, al final encontrará la senda del triunfo y podrá alcanzar altas cotas. Hoy quiero ser optimista, porque jugando así, con esa posesión, con el rival sin apenas inquietar nuestra portería, realizando un disparo cada 3 minutos, tarde o temprano la pelota tiene que entrar, sólo espero que cuando lo haga el Barcelona no está a 10 puntos ni tengamos un 3-0 en contra en la Champions.

Desquiciado

Por obra y gracia del flautista, ayer para solucionar esta sequía no había nada en el banquillo. Salió Guti por un inexistente Marcelo, lo hizo bien el canterano, pero ya lo conocemos, hará un par de buenos encuentros y desaparecerá, no confio en él. Diez minutos después apareció Granero por un inoperante Lass, le faltó a Pellegrini lo que hay que tener para quitar a un Kaká al que todavía no hemos visto nada, el canterano hizo algunas cosas, pero tampoco solucionó la papeleta. Y en el minuto 77 ¡que casualidad! el míster tiró por la borda las pocas posibilidades que teníamos de ganar el encuentro retirando a Benzemá para dar entrada al ex-futbolista. Su única aportación en los 18 minutos que estuvo en el terreno de juego fue un disparo a más de dos metros de la portería vasca, bueno, esta vez por lo menos remató entre los dos banderines de córner...... Si la solución para ganar un partido pasa porque el cono de obra marque, entonces nos podemos ir todos. Que pena de minutos que bien podría aprovechar cualquier canterano, que pena de las interminable lesiones de Van Nistelrooy, que se queja de que no juega y está desperdiciendo montones de minutos, ayer Ruud habría mojado, al equipo le falta un killer, si, un Huntelaar, ese jugador que no le gustaba a Valdano porque no participaba en el juego y sólo marcaba goles, pues casi lo mismo que el tábano, sólo que este ni participa ni marca.

El próximo partido en casa ante el Málaga debería acabar con victoria cómoda y en la siguiente salida veremos si optamos a algo en esta liga o nos tenemos que conformar ocn la segunda plaza. Riazor, campo donde no ganamos desde hace ya casi ¡19 años!, fue un 2 de noviembre de 1991, 0-3 (goles de Hierro, Míchel y Butragueño). Momento ideal para romper esa estadística y demostrar que podemos ganar en campos hostiles. De momento ya se nos han escapazo el Camp Nou, el Pizjuan, Reino de Navarra y ayer San Mamés.

Mala leche

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¡Sorpresa! El partido comienza cuando pita el árbitro, no a los tres minutos