La casa por los cimientos

Estimados lectores, estamos aproximadamente a 24 horas de presenciar como los dos últimos vestigios, los dos últimos herederos, los dos últimos alumnos aventajados de la Quinta del Buitre se marchan del club. No, no he perdido la cabeza, en el Madrid había una idea, un espíritu, unos valores que encarnaban jugadores como Juanito, Santillana o Camacho -entre otros-, unos valores que intentaron transmitir a la mejor generación de futbolistas que ha salido del Castilla en toda su historia, pero que al ser tan buenos, prefirieron crear su propio código, sus propios valores. No quiero ni imaginar a donde habría llegado esa generación de jugadores si a su calidad hubiesen unido la entrega y la lucha que atesoraron sus predecesores. Ese nuevo código se basaba en que ellos, como canteranos y españoles, debían jugar siempre si o si, ser aplaudidos a rabiar, cobrar como los que más y ser consultados en todo lo referente al club. Mientras estuvieron en forma arrasaron en España y sólo la mala suerte -PSV- o la falta de garra les impidió levantar alguna que otra Copa de Europa. Pero un día les llegó el declive, sólo uno se supo marchar como un caballero, sin hacer ruído, Emilio Butragueño, el resto se marchó entre la indiferencia -Martín Vázquez- la división de opiniones -Míchel- y pintadas -Sanchis-. Debo aclarar que todos se fueron ovacionados, pero la sensación del aficionado -no confundir con el abonado que acude al estadio- fue esa.

Los tres primeros se marcharon pronto, entre las temporadas 95 y 96, el último aguantó cinco años más, dando lugar a las famosas pintadas de "Sanchís cáncer del Madrid". En ese tiempo fue traspasando los "valores" al que sería capitán a partir del 2001, Fernando Hierro, que a su vez ya daba lecciones de "madridismo puro" al jóven Raúl, tanto en el Madrid como en la Selección. Si repasamos, un poco, la palabra "cáncer" se ha empleado para definir a los tres últimos capitanes del Real Madrid, algo cuanto menos sintomático, más aún si comprobamos como el último capitán es un cáncer desde que cogió el brazalete y su predecesor sólo estuvo en el cargo 2 años, siendo "no renovado" por su efecto cancerígeno en la plantilla.

Ni si quiera el estómago pudo con él. Enhorabuena campeón

Si echamos la vista atrás, hay muchas similitudes entre Sanchís y Raúl, entre Míchel-Martín Vázquez y Guti. Es increíble como la transmisión de unos valores puede hacer que un defensa y un delantero se parezcan tanto, como dos jugadores de banda sean clones de un media punta reconvertiro a centrocampista. Martín Vázquez fue el mayor talento de la quinta, talento desperdiciado. Míchel ya abandonó una vez el terreno de juego durante un partido porque el público le pitaba ¿les suena eso de algo?. Lo que si es cierto es que por lo menos Sanchís, aunque tarde, se supo retirar, su alumno -que ha superado con creces al maestro- tras toda una vida en el Madrid se marcha a otro club europeo con el único objetivo de superar un récord para el que necesitará casi el doble de partidos.

Y ahora por fin tenemos el edificio derruído, los jugadores llamados a "heredar" las enseñanzas de los antiguos capitanes son Casillas y Sergio Ramos, pero afortunadamente, su relación con el profesor ha sido mala, muy mala. El primero ha instaurado sus "valores" en la Selección Española, donde es capitán desde hace varios años, y a la vista de los resultados no parece que sean malos. Ramos, cuyo intelecto no da para conspiraciones, simplemente se deja llevar por Iker. El resto son chavales jóvenes, algún veterano como Xabi Alonso, ejemplo de lo que debe ser un capitán y algún canterano descarriado que en sólo una temporada sacó Sobresaliente en Baulismo. Estamos ante una oportunidad única de volver a levantar al Real Madrid desde los cimientos, con unos nuevos valores, los de la Selección que transmiten los Casillas, Ramos, Arbeloa, Alonso o Albiol, muy alejados -de momento- a los que había en la propia Selección hace tan sólo 4 años. En manos del entrenador está corregir a los jugadores descarriados -Granero e Higuaín- alumnos aventajados del baulismo, uno por creerse que por ser canterano y español debe jugar por decreto, el otro, por intentar ganarse al público a base de goles, obviando a sus compañeros y al equipo. En manos del entrenador y del nuevo capitán está transmitir unos valores de compañerismo, de equipo, de que ningún jugador sobresalga por encima del resto. En manos de ambos está el que siempre jueguen los mejores, que no haya alineaciones ni cambios por decreto, en sus manos está empezar a construir esta nueva casa por los cimientos.

Tras la marcha de Raúl de la Selección y de Ronaldinho y Deco del Barcelona, ambos conjuntos experimentaron un cambio radical -a mejor-, a ver si Florentino y Valdano son lo suficientemente espabilados para darse cuenta de ello y no meter la mano en algo que, vistos los antecedentes, da la impresión que nos conducirá a un lustro lleno de éxitos.

Mala leche

AS: "Guti anuncia hoy que se va del Real Madrid"

..... un lustro tarde

Mala leche II

Felix Magath: "Raúl será una sensación en la Bundesliga"

..... acabo de sacar mi abono del Schalke 04

Mala leche III

Fernando Alonso sale segundo en Hockenheim con Massa tercero

..... en la primera curva el brasileño lo adelanta