Otro derbi, otra victoria

Este año si, o eso parecía hasta que al Atlético de Madrid se le ocurrió la brillante idea de celebrar un entrenamiento a puerta abierta, horas antes de disputarse el encuentro, y salir su consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín, a vender aquello como una victoria "nuestro partido ya lo hemos ganado. Esta noche sólo nos jugamos tres puntos", complejo de segundón, conformarse con que 21.000 personas vayan a ver un entrenamiento de tu equipo a un estadio con capacidad para más de 50.000 personas cuando el rival reunió más de 80.000 para presentar a un solo jugador, ese que anoche deslumbró en el derbi y pudo salir por la puerta grande de no ser por los postes.

Como decía, pintaba mal el partido para los intereses blancos, un Atlético enrachado, sin fantasmas, bien dirigido por Diego Simeone desde el banquillo, uno de los tipos más sucios sobre el terreno de juego, pero también con un gen ganador irreductible, esto último es lo que ha insuflado a un Atlético que se presentaba con un espectacular registro de 11 victorias en 13 partidos, cada pieza en su sitio.... hasta anoche. Poco se vio del Simeone entrenador sobre el terreno de juego y mucho del Cholo jugador, con Diego Broncas, perdón, Costa, como principal baluarte. El Atlético tiró por la borda el magnífico trabajo que llevan esta temporada para ser el de siempre, un equipo inferior y que pretendió ganar el partido a base de patadas y juego sucio con la connivencia de un colegiado que permitió terminar el partido al 19 rojiblanco sin una sola tarjeta, cuando debió ser enviado a la ducha por sus reiteradas faltas al reglamento.

En el otro lado, semana de tormenta desatada por la prensa antimadridista. Mourinho dio la cara 40 minutos antes de comenzar el choque para recibir esa supuesta pitada que tanto cacareaba la central lechera. Si sale a pecho descubierto, es un chulo, si no, es un cobarde, así reescribe la historia esa piara con complejo de inferioridad parapetada tras un ordenador o un micrófono. Por cierto, lo de pedir a los Ultras que no insultasen a Simeone mejor ocultarlo. Afortunadamente la prensa internacional no tiene tal nivel de analfabetismo y esa foto ha sido analizada tal que así: "El entrenador José Mourinho del Real Madrid CF se presenta en el terreno de juego para ser insultado y ofendido por los aficionados del Real Madrid antes de iniciar el partido de La Liga". Con que uno de esos aficionados, que tienen un Marca o As por cerebro, se den cuenta que están siendo utilizados por la prensa para beneficio propio, este artículo habrá merecido la pena. Mientras tanto, en Londres y Manchester las aficiones cantan a sus cracks perdidos, aquí se pide a Benítez (3 games, 2 points, 1 goal, 0 wins) y se ovaciona a jugadores rivales por el simple hecho de haber nacido en España. Vayan poniéndose el bañador porque no cabe un tonto más en este país, al próximo, todos al agua.

El primer cuarto de hora se diluyó entre el mal juego madridista y un centro envenenado de Diego Costa que Casillas sacó con una mezcla de suerte, intuición y reflejos, a córner. Esto es lo que se le pide a un portero, que la primera que te tiren no entre, y dicho sea de paso, fue la única en todo el partido, porque instantes después Arda Turan sacaba una mano de patio de colegio para interrumpir los toques de balón de Cristiano y el portugués lanzaba de forma magistral la falta para poner el 1-0 en el marcador. Sólo lo exiguo del marcador iba a mantener el partido en vilo, porque del Atlético de Madrid nunca más se supo, su ataque fue anulado por la pareja de centrales Pepe - Sergio Ramos, ambos magistrales en el corte, la cobertura y no cayendo en las innumerables provocaciones y agresiones de Diego Costa. Coentrão y Arbeloa echaron el cierre en las bandas y Xabi Alonso, esta vez si, taponó todos los intentos de ataque y distribuyó el balón con maestria, bien acompañado por Khedira.

Que a estas alturas el marcador no fuese más amplio sólo era culpa de un desaparecido Di María, de un ausente Özil y de un náufrago Benzema, porque el Gary Cooper portugués estaba solo ante el peligro recibiendo patadas y faltas casi en cada acción. Poco más que comentar de una primera parte aburrida y sosa sin nada de fútbol y en la que sólo cabe destacar un zambombazo de Cristiano desde más de 40 metros que despejó Courtois, de largo el mejor jugador visitante.

La segunda parte no mejoró, con el Madrid combinando mal arriba y el Atlético encomendándose a alguna jugada a balón parado o una genialidad de Falcao. Un regalo propició el primer gol, y otro, de toda la defensa, permitía que Cristiano habilitase a Özil, que tras un rebote y de volea, introducía el balón en la portería tras colarse por debajo de las piernas del meta belga, 2-0 nunca con tan poco se consiguió tanto. No se si fue que a falta de 20 minutos por fin se marchó Di María o que el Atlético se tuvo que ir arriba con todo, pero los de Mourinho empezaron a hilvanar jugadas arriba hasta que en una de ellas, Benzema le hizo un lío a toda la zaga rojiblanca y sólo lo pudieron parar en falta al mismo borde del área, el disparo de Ronaldo fue al larguero y sólo tres minutos después se repetía la historia, un contragolpe con gran pase final de Özil acababa nuevamente en el poste con el 7 madridista maldiciendo su mala suerte. No hubo arreón final de los vecinos ni nada, casi estoy por decir que ni se presentaron al encuentro, parece ser como si se hubiesen quedado festejando la victoria ante los 21.000 aficionados que por la mañana fueron a verlos entrenar.

Mala leche

Mateu le adjudica a Messi el gol en propia meta de Amorebieta

..... Qué más quieres que te dé, Sandro